Este título hace referencia a un trabajo realizado por Masanobu Fukuoka que plantea una forma totalmente dierente de concebir la agricultura, y que ha sido fuente de inspiración para muchos que han visto en su forma de trabajar la inspiración de alguien que observa, de alguien que corprende y actúa en consecuencia. Curiosamente asegura obtener unos rendimientos por superficie en sus cosechas de cereales y cítricos, muy superiores a los de cualquier agricultor convencional de su mismo ámbito de actuación. Su agricultura se basa en el principio del no hacer, partiendo de la premisa que los procesos naturales son perfectos, y la alianza del hombre con éstos reportará mayores satisfacciones, que su lucha contra ellos.
Muchos tipos de malas hierbas crecen junto con el centeno y el trébol en estos campos. La paja de arroz que se esparció sobre estos campos el pasado otoño ya se ha descompuesto en rico humus. Este campo producirá cerca de 5.800 kg de centeno por hectárea. Ayer, cuando el profesor Kawase, una prominente autoridad en pastos, y el profesor Hiroe, que está investigando sobre variedades antiguas de plantas cultivadas, vieron la bella capa de abono verde y centeno sobre mis campos, la elogiaron como si fuera una maravillosa obra de arte.
El agricultor local que había esperado ver mis campos cubiertos de hierba, se sorprendió al encontrar al centeno creciendo tan vigorosamente entre las muchas otras plantas. Expertos y técnicos también han venido aquí, han visto las malas hierbas, y se han ido moviendo sus cabezas asombrados. Hace veinte años, cuando estaba promoviendo el uso de la cobertura permanente del suelo en vergeles, no se veía una sola brizna de hierba en los campos o en los vergeles a lo largo de todo el país.
Viendo vergeles de frutales como el mío, la gente empezó a entender que los árboles frutales podían crecer muy bien entre las malas hierbas y el césped. Hoy en día, las plantaciones de frutales con cobertura de hierba son comunes en todo Japón, y aquellas sin cobertura de hierba se han convertido en la excepción. Es lo mismo para los campos de cereal. El arroz, la cebada y el centeno pueden ser cultivados con éxito en campos cubiertos con malas hierbas y trébol durante todo el año.
Permitidme repetir con mayor detalle el programa anual de siembra y cosecha de estos campos. A principios de octubre, antes de la coshecha del arroz, se siembran a voleo entre los tallos en maduración del arroz, trébol blanco y las variedades de crecimiento rápido de cereal de invierno. El trébol blanco se siembra a razón de 4.5 Kg/Ha; los cereales de invierno a razón de 30-60 Kg/Ha. Para agricultores inexpertos o en campos con suelo pobre y duro, es más seguro aumentar al comienzo la cantidad de semilla. A medida que el suelo mejora con la descomposición de la paja y el abono verde, y el agricultor está maás familiarizado con el método de siembra directa sin laboreo, puede ser reducida la cantidad de semilla.
El trébol y el centeno o la cebada ya han germinado y crecido 4 ó 5 cm cuando el arroz ya está listo para ser cosechado. Durante la cosecha de arroz, las jóvenes plantas son pisoteadas por los segadores, pero se recuperan en muy poco tiempo. Cuando se finaliza el desgranado de la espiga se esparce sobre el campo la paja y las cascarillas de arroz. Si el arroz se siembra en otoño y se deja sin cubrir, las semillas son a menudo comidas por ratones y pájaros, o a veces se pudren en el suelo, por lo que yo recubro las semillas de arroz con una capa de arcilla antes de sembrarlas. Las semillas se ponene en un recipiente liso o en una cesta y se agitan con un movimiento circular. Se espolvorea arcilla finamente triturada sobre ellas y se añade, de vez en cuando, una fina pulverización de agua. Así se forman unas pequeñas bolitas de cerca de 1cm de diámetro. Hay otro método para hacer las bolitas. Primero se sumerge en agua durante varias horas la simiente descascarillada del arroz. Las semillas son posteriormente removidas y mezcladas con arcilla humedecida, amasándolas con las manos o los pies. (Ver nendo dango en el buscador)
Entonces la arcilla se pasa a través de una tela metálica para separarla en pequeños terrones. Los terrones deben dejarse secar durante uno o dos días hasta que puedan ser redondeados en forma de bolitas entre las palmas de las manos. Idealmente suele haber una semilla por bolita. En un día es posible hacer suficientes bolitas para sembrar algunas hectáreas. Dependiendo de las condiciones, a veces también recubro con arcilla, formando bolitas las semillas de otros cereales y hortalizas antes de sembrarlas. Entre mediados de noviembre y mediados de diciembre es una buena fecha para sembrar a voleo, entre las jóvenes plantas de cebada o centeno, las bolitas conteniendo las semillas de arroz, también pueden sembrarse en primavera. (El arroz se siembra en dosis de 20 a 40 Kg/Ha. Hacia finales de abril el señor Fukuoka revisa la germinación de la semilla sembrada en otoño y esparce más bolitas de semilla si es necesario).
Luego se esparce una delgada capa de gallinaza sobre el campo para ayudar a descomponer la paja de arroz que habíamos esparcido, completando así la siembra anual. En mayo cuando se cosecha el cereal de invierno y después del trillado, se esparce sobre el campo toda la paja resultante. Entonces permito que el agua permanezca inundando el campo durante una semana o diez días, lo que origina el debilitamiento de las malas hierbas y el trébol, y permite que el arroz germine a través de la paja. El agua de lluvia es suficiente para cubrir las necesidades de las plantas durante junio y julio; en agosto se riega el campo alrededor de una vez por semana, sin permitir que el agua permanezca estancada. La cosecha de otoño está ahora aproximándose.
Este es el ciclo anual del cultivo de arroz/cereal de invierno siguiendo mi método natural. La siembra y la cosecha siguen tan de cerca el modelo natural, que podrían considerarse mejor como un proceso natural que como una técnica agrícola. El agricultor solamente necesita una o dos horas para sembrar y esparcir la paja sobre 1000 m². Con excepción del trabajo de la coshecha, el cereal de invierno puede cultivarse por una sola persona, y dos o tres personas pueden hacer todo el trabajo necesario para cultivar un campo de arroz utilizando solamente las herramientas tradicionales japonesas.
Probablemente no hay método más fácil y más simple de cultivar cereales. Implica poco más que sembrar a voleo y esparcir la paja, pero he necesitado cerca de treinta años para alcanzar esa simplicidad. Este método de agricultura ha evolucionado de acuerdo con las condiciones naturales de las islas japonesas, pero creo que la agricultura natural puede ser también aplicada en otras área y al cultivo de otras plantas nativas. En áreas donde el agua no es disponible con tanta facilidad pueden cultivarse, como ejemplo, arroz de montaña y otros cereales tales como el trigo sarraceno, sorgo o mijo. En vez de trébol blanco, pueden utilizarse otras variedaddes de trébol, alfalfa, vezas o altramuz. La agricultura natural toma una forma distintiva de acuerdo con las condiciones únicas del área en la cual es aplicada.
Haciendo la transición a este tipo de agricultura, puede ser necesario algo de desherbaje al principio, así como compostaje o poda, pero estas medidas deben ser reducidas gradualmente cada año. Realmente, no es la técnica de cultivo el factor más importante, sino la posición mental que adopte el agricultor.
Fragmento del libro: THE ONE-STRAW REVOLUTION. AN INTRODUCTION TO NATURAL FARMING publ. por RODALE PRESS 1978.
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